Inspirado en el chou: "Tiempos Inertes" - Proyecto al margen

“Escribo con la parte que de ti tengo…”

Karen de Luna usa el espacio como un vehículo para encontrarse, a través de sentirse en él. Y en él, dialoga con su cuerpo, se toca, se huele, se reconoce, y sí, también escribe.

Su presencia en el espacio es una búsqueda constante de narrarse a través de la gestualidad, del movimiento, pero también de la ausencia de movimiento, del simplemente estar y sentirse.

Hay algo poderoso y potente en ella siempre que la veo en un escenario.  Es un poder especial, pues va acompañado de levedad y sutileza.  Ella se desplaza, usa todas las alturas, se desbarata y se arma nuevamente, usando cada parte de su cuerpo, sin descuidar ningún punto en esa búsqueda de la gestualidad total.

Y dialoga, platica con la música creada por Diego Martínez Lanz.  Es emocionante presenciar esa creación al alimón: juntos, Karen y Diego van tejiendo la historia. Y es una historia llena de contrastes que va del sonido intenso a los espacios casi en silencio. Diego crea volúmenes sonoros entre el contrabajo – a veces pulsado, a veces con el arco – y las pistas preparadas, y su diálogo constante con el movimiento de Karen, creando acentos, marcando los contrastes emotivos, es conmovedor.

Ver a Karen y a Diego en el escenario con “Tiempos Inertes” fue, como sucede siempre que tengo el gusto de presenciar sus proyectos, reconfortante.  Reconforta saberlos en una búsqueda profunda y comprometida en la que se van encontrando – y vamos reconociendo – un lenguaje personal y único.

Jaramar Soto